Biden ha realizado la menor cantidad de conferencias de prensa desde Reagan

WASHINGTON – En los 100 años desde que Calvin Coolidge asumió el cargo, Richard Nixon y Ronald Reagan han realizado tan pocas conferencias de prensa cada año como el actual ocupante de la Oficina Oval.

Al viajar a Irlanda la semana pasada, el presidente Biden abandonó una tradición de décadas de celebrar una conferencia de prensa en el extranjero. El jueves, el presidente colombiano, Gustavo Petro, se reunió con Biden, pero los dos no dieron una conferencia de prensa juntos, otra práctica de sus predecesores que Biden ha optado por saltarse en repetidas ocasiones. Después de la reunión, el Sr. Pietro respondió las preguntas de los reporteros, solo, en los micrófonos frente al ala oeste.

Y a pesar de la promesa de su secretario de prensa de que Biden “devolverá la transparencia y la verdad al gobierno”, el presidente ha concedido la menor cantidad de entrevistas desde que Reagan fue presidente: solo 54. (Donald J. Trump dio 202 durante los dos primeros años de su presidencia; Barack Obama dio 275).

Más que cualquier otro presidente en la memoria reciente, Biden, de 80 años, ha tomado medidas para reducir las oportunidades de que los periodistas lo interroguen en foros donde él puede dar respuestas no escritas y ellos pueden continuar. El resultado, dicen los críticos, es un presidente que tiene menos momentos de responsabilidad pública por sus comentarios, decisiones y acciones.

Biden no ha acusado a los medios de ser “el enemigo del pueblo”, como lo hizo su antecesor durante cuatro años en los que los medios documentaron miles de mentiras cometidas por Trump.

Pero mientras Biden se prepara para anunciar su candidatura para un segundo mandato tan pronto como el martes, está acelerando la desaparición de una tradición que ha cimentado la relación con los medios durante décadas. La estrategia del presidente de mantener el periodismo fuera del alcance es una apuesta a que puede evitar esas tradiciones en un nuevo entorno mediático. Esta es una evidencia pública de que los estrategas políticos de Biden quieren protegerlo de los intercambios extraoficiales que con tanta frecuencia han dado lugar a errores y críticas.

Los funcionarios de la Casa Blanca no cuestionan su enfoque diferente. Dicen que es parte de una estrategia deliberada para eludir los medios de comunicación tradicionales para llegar a las audiencias “donde sea que estén”, sin ser filtrados por periodistas políticos o de investigación.

“Nuestro objetivo final es llegar al pueblo estadounidense donde sea y como sea que consuman los medios, y eso no es solo a través de la sala de reuniones o los medios de comunicación con sede en Washington”, dijo Ben LaBolt, director de comunicaciones de la Casa Blanca. “La desintegración de los medios y la naturaleza cambiante del consumo de información requiere una estrategia de comunicación que se adapte para llegar a los estadounidenses donde obtienen sus noticias”.

Esto a menudo significa tener conversaciones de bajo riesgo con celebridades en línea o personas influyentes de apoyo como una forma habitual de generar publicidad.

En los últimos meses, Biden se ha sentado para largas entrevistas separadas con los actores Jason Bateman y Drew Barrymore, el científico meteorológico Al Roker y Manny MUA, un bloguero de belleza de YouTube. La pregunta de apertura de la Sra. Barrymore durante su entrevista fue sobre si el Sr. Biden sería un buen regalo para su esposa, lo que llevó a una larga conversación sobre los poemas que escribe para la primera dama cada año.

“Todos los presidentes se enojan con las personas que cuestionan lo que creen que son las grandes políticas que tenemos y las cosas buenas que hacemos”, dijo Mike McCurry, secretario de prensa del presidente Bill Clinton. “Pero en algún nivel, tienes que tener un proceso en la Casa Blanca que respete eso”.

Los jefes sintieron menos presión para someterse a este tipo de preguntas que los periodistas en el entorno noticioso actual, dijo McCurry, ya que las organizaciones tradicionales han perdido la influencia que alguna vez tuvieron a medida que disminuyó su participación en el tiempo de la audiencia.

“Eso también es un problema real, porque podemos decir: ‘Bueno, no tenemos que estar respondiendo a este grupo de periodistas que nos ladran de rodillas todos los días'”, dijo McCurry. demasiado. La preparación y celebración de conferencias de prensa obliga a la Casa Blanca y a otras agencias a encontrar mejores respuestas y, a veces, mejores políticas”.

Desde que asumió el cargo, el Sr. Biden se ha acercado al público de varias maneras. Ha escrito artículos de opinión, pronunciado discursos, participado en numerosas reuniones públicas televisadas y entablado una conversación improvisada con los republicanos sobre el Seguro Social durante su último discurso sobre el Estado de la Unión.

Los funcionarios de la Casa Blanca han señalado que han restablecido la tradición de la sesión informativa diaria de la Casa Blanca por parte del secretario de prensa después de que Trump la suspendiera durante más de un año. Citan lo que llaman las interacciones “SOA” informales y útiles del presidente con los reporteros, como evidencia de su voluntad de comprometerse con los periodistas que lo cubren regularmente.

Un funcionario señaló que durante el viaje de cuatro días del presidente a Irlanda, respondió 40 preguntas de los periodistas en cinco intercambios diferentes, incluida una breve sesión en la pista temprano en la mañana después de que el Air Force One aterrizara cerca de Washington.

“El presidente Biden ha realizado casi 400 sesiones de preguntas y respuestas con reporteros desde que asumió el cargo”, dijo LaBolt. LaBolt señaló que esto es más de lo que han hecho Trump, Obama o George W. Bush durante períodos similares en sus presidencias.

Pero estas interacciones entre Biden y los reporteros suelen ser muy breves, con preguntas estridentes que el presidente a menudo decide no responder. Cuando lo hace, a veces es con una breve respuesta de una o dos palabras.

Una transcripción de la Casa Blanca del intercambio después de que el Air Force One regresara de Irlanda muestra a Biden dando respuestas breves a preguntas sobre la perspectiva de la reunificación irlandesa, el techo de la deuda y la próxima decisión del Tribunal Supremo sobre el aborto. La conversación con los reporteros comenzó a las 2:43 a. m. y concluyó a las 2:45 a. m.

Otras sesiones similares.

Cuando Biden regresó a la Casa Blanca el 2 de enero después de unas vacaciones en las Islas Vírgenes, se detuvo para hablar con los periodistas a las 4:35 p. m. después de salir de Marine One. Cuando se le preguntó sobre su relación con el senador Mitch McConnell de Kentucky, dijo “no” cuando se le preguntó si Estados Unidos estaba discutiendo ejercicios nucleares conjuntos con Corea del Sur en ese momento. El intercambio terminó exactamente un minuto después, a las 4:36 p. m., según la transcripción de la Casa Blanca.

En septiembre de 2022, Biden se detuvo brevemente para hablar con los periodistas, pero dijo “no” cuando se le pidió que comentara sobre las negociaciones sobre la huelga ferroviaria. Respondió una pregunta sobre Ucrania y dos preguntas sobre la inflación. El intercambio duró dos minutos.

El Sr. Biden no ha renunciado por completo a las conferencias de prensa. Después de que a los demócratas les fue mejor de lo esperado en las elecciones de mitad de período del año pasado, Biden pasó 53 minutos respondiendo preguntas en una conferencia de prensa oficial en la Casa Blanca. En enero de 2022, celebró un año en el cargo realizando una sesión maratónica con reporteros, respondiendo preguntas en el Salón Este durante 1 hora y 51 minutos.

Espera, espera, espera, chicos, dijo Biden en un momento durante la conferencia de prensa. “Solo ha pasado una hora y 20 minutos. Continuaré. Pero yo… veamos algo aquí: ¿Cuánto tiempo estás dispuesto a aguantar? ¿Quieres ir por una o dos horas más? “

“Sí”, gritaron los reporteros, y uno agregó: “Hasta que todos estemos llamados, señor”.

La duración de una entrevista o conferencia de prensa no siempre lo es todo. Se sabe que Trump difunde mentiras e información errónea durante sus audiencias de preguntas y respuestas. Durante la pandemia de coronavirus, una vez usó una conferencia de prensa para sugerir que las personas se inyectaran lejía en el cuerpo.

Pero los datos recopilados por profesores que estudian las diferencias entre jefes muestran que los intercambios con los reporteros son menos comunes de lo que solían ser.

Según el Proyecto de la Presidencia de EE. UU. de la Universidad de California, Santa Bárbara, Biden ha realizado un promedio de 10 conferencias de prensa al año durante sus primeros dos años en el cargo, incluidas 11 sesiones individuales y nueve con líderes extranjeros. Trump promedió 19,5 durante el mismo período. La edad promedio de Obama era de 23 años, la de Clinton de 41,5. Herbert Hoover ha realizado un promedio de 82 conferencias de prensa, mientras que el Sr. Coolidge ha realizado un promedio de 90 cada año.

Nixon y Reagan realizaron cada uno un promedio de siete conferencias de prensa en sus primeros dos años, aunque el promedio de Reagan se vio truncado por un intento de asesinato en marzo de su primer año en el cargo.

Las comparaciones son similares cuando se trata de entrevistas, según un recuento de Martha Joynt Kumar, investigadora de comunicaciones presidenciales desde hace mucho tiempo. En comparación con las 54 entrevistas que Biden ha dado desde que asumió el cargo (que incluye entrevistas con celebridades), Trump dio 202, Obama 275, Bush 89, Clinton 132, George HW Bush 96 y Reagan dio 106 — todo durante los dos primeros años de su presidencia.

Biden ha evitado notablemente las entrevistas con los principales periódicos. Desde que asumió el cargo, no ha concedido una sola entrevista a reporteros de un periódico importante.

Todos los presidentes desde Franklin D. Roosevelt, con una posible excepción, han sido entrevistados por el lado de las noticias del New York Times (los historiadores no han podido localizar uno de Dwight D. Eisenhower, aunque no pueden descartarlo). . Asimismo, todos los presidentes en décadas han hablado con The Washington Post.

(El Sr. Biden se reunió con columnistas del Times, pero nunca se grabó. “El presidente Biden me invitó a almorzar en la Casa Blanca el lunes pasado”, escribió el columnista del Times Thomas L. Friedman en mayo de 2022. Se inscribió, así que no puedo decirte todo lo que dijo.”)

Las conferencias de prensa y las entrevistas siempre conllevan riesgos para los políticos, que pueden tener un desempeño deficiente o cometer errores. En la sesión de casi dos horas del año pasado, Biden pareció sugerir que sería aceptable una “incursión suave” de Rusia en Ucrania, lo que obligó a la Casa Blanca a filtrar su comentario. En una entrevista en 2021 con el presentador de ABC George Stephanopoulos, Biden dijo que no había forma de evitar el caos durante la evacuación de Afganistán, lo que generó fuertes críticas.

Tamara Keith, corresponsal en la Casa Blanca de NPR y presidenta de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca, dijo que estaba complacida de que Biden respondiera regularmente a las preguntas que se le hacían al final de las reuniones o eventos.

“Pero solo hay una diferencia cualitativa entre estos grupos informales y una conferencia de prensa formal, donde la prensa se prepara, el presidente se prepara y el público puede conocer el pensamiento y el enfoque político del presidente”, dijo.

La Sra. Keith instó a la Casa Blanca a volver a una época en la que el presidente solía confrontar a los reporteros en las conferencias de prensa oficiales. Eso les daría a los periodistas una mejor oportunidad de presionarlo para obtener respuestas.

“Con preguntas descaradas, elige la pregunta”, dijo. “Con una conferencia de prensa, puede elegir al interrogador pero no puede elegir la pregunta”.

David Dunlap Y pedro panadero Contribuir a la elaboración de informes.

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